Todos sabemos que la vida en pareja es compleja, es así que gran parte de las consultas psicológicas en todo el mundo tienen que ver con el tratamiento de este tipo de cuestiones conyugales. Sin embargo, es común escuchar que ante el fracaso de una relación sentimental se depositan las culpas sobre la otra parte o, sencillamente, sobre una suerte o pesada carga que llevamos y que nos impide ser felices en el amor. ¿Analizamos los errores individuales en las parejas conflictivas? ¿Somos conscientes de las elecciones que realizamos?
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| Las parejas conflictivas pueden nacer en muchos casos de inseguridades personales de cada integrante. |
La ciencia ha logrado explicar las razones del popular “flechazo de Cupido”, indicando que existe una química del amor que nos predispone a elegir pareja. No se trata más que de una serie de reacciones hormonales que indican la correspondencia entre dos personas, una señal que muchas veces desoímos o no queremos entender. ¿Elegimos pareja verdaderamente de acuerdo a aquello que sentimos o, en muchos casos, lo hacemos a partir de otras razones?
La realidad indica que muchas parejas conflictivas y que terminan separándose se quejan de la falta de comunicación, de la ausencia de intereses comunes o del escaso nivel de compromiso afectivo de una de las partes. El sentido común nos hace pensar inmediatamente: ¿por qué estaban juntas estas dos personas si no les interesaba comunicarse o no sentían el suficiente amor para preocuparse por el otro? ¿Puede cambiar ese tipo de dedicación con el correr de los años, desintegrando el amor que existía?
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| Los conflictos en las parejas pueden tener su origen en una unión poco sólida. |
PAREJAS CONFLICTIVAS Y UNIONES SUPERFICIALES
Lógicamente cada caso es único y no es posible generalizar, pero sin embargo muchas parejas conflictivas nacen desde una unión inadecuada y que no responde a los sentimientos y necesidades de cada individuo. En otras palabras, muchas personas eligen no tener la paciencia para esperar a su pareja ideal y deciden concretar alianzas sentimentales movidas por otros intereses alejados de sus requerimientos emocionales, que tarde o temprano fracasan.
Las causas son múltiples: miedo a la soledad, angustia frente al éxito amoroso ajeno, necesidades económicas, atracción puramente sexual, presiones familiares… Todos estos factores llevan a concretar uniones que no están basadas sobre pilares sólidos y que solamente sirven para multiplicar los fracasos individuales de cada integrante de la pareja.
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| Las parejas conflictivas poseen una escasa tolerancia y resistencia a las crisis, habituales en toda relación humana. |
PAREJAS CONFLICTIVAS Y DESAMOR
Una unión de este tipo se caracterizará por la ausencia total de consideración hacia el otro, precisamente porque ese otro no es en realidad amado, más allá de aquello que indiquen las apariencias. En consecuencia, no existirá predisposición a colaborar en los momentos más complejos, actitud para superar las crisis que siempre sobrevienen y, sobretodo, comenzarán a surgir problemas creados por los propios integrantes de la pareja.
Es el caso de los celos infundados, que en muchas ocasiones surgen desde la falta de autoestima, o de un maltrato (psicológico o físico) que va desintegrando poco a poco los débiles lazos que habían logrado construirse. Por el contrario, cuando una pareja comienza a partir de una elección profunda y real de ambas partes, las posibilidades de superar los problemas de la convivencia o los dramas de la vida son mucho mayores.
Para finalizar, es bueno que reflexionemos internamente si hemos sufrido experiencias de parejas conflictivas, analizando la elección realizada en su momento para no caer nuevamente en el mismo error.
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Fotos Por Cortesía: Pixabay.
