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SUDECK DE FEBRERO A JUNIO 2016: EL MILAGRO

Posted by admin Posted on Feb - 28 - 2016

Advertencia: Si no eres creyente en nada, ni en Dios, ni en los Seres de Luz, ni en la Magia, ni en el Poder de la Mente, Autosugestión, Autoregeneración, en los Remedios Naturales, y en el poder de la Madre Tierra, por favor no siga leyendo. Éste artículo tal vez no sea para usted, porque no encontrará su curación aquí. Siento las molestias ocasionadas. 
 Lidia M.

Nuestra vida como familia se estaba complicando por momentos, incluso mi marido no podía dormir de noche porque los quejidos y lamentos de nuestra pequeña lo despertaban. Cada 2 horas como un reloj salían las crisis de la nada, sin avisar, ni con tan sólo 2 segundos de aviso, ya que todo era de golpe.  

Encontramos malos médicos por el camino, e incluso insultos, como los más graves provenientes de una doctora en el ambulatorio de Estepona, que ni tan siquiera voy a nombrar aquí, porque no me merece respeto alguno, y aunque intentó convencer a mi marido, provocando que él y yo casi rompiéramos nuestro matrimonio, le deseo decir algunas palabras: sinceramente doctora, por sí lees ésto “te equivocaste, y ahora soy yo la que te recomiendo, con todos mis respetos “qué se busque un psicólogo” porque ni a mi, ni a mi hija nos hace falta alguno. O mejor tómese una vacaciones que la veo muy estresada. Un abrazo.

SUDECK: SUS SÍNTOMAS Y DOLORES COMPLEJOS

Desde el mismo momento que resbaló en el pasillo, mi Scarlett ya comenzó con una vida totalmente dolorosamente intensa, el Síndrome de Dolor Regional Complejo estaba ganando parte de su batalla, y se estaba haciendo fuerte. Las crisis llegaban cada 2 ó 3 horas si tomaba ibuprofeno (fue retirado en enero 2016, por intoxicación medicamentosa), ya no era un dolor fuerte constante, ahora eran golpes de dolor intensos que entraban sin previo aviso.

Antes podía asimilar el dolor sentada, ahora necesariamente había que incorporarla en el sofá, y ahí se revolcaba entre 20 y 50 minutos llorando y gritando de dolor “mami, tengo cristales rotos y me quema” mientras se agarraba el muslo, sin tocar en ningún momento la rodilla. Sinceramente, desde el primer momento de la caída esta zona no se podía tocar, ni tan siquiera pasar la mano muy suave.

Desgraciadamente, la efectividad del Ibuprofeno (antes de ser retirado por intoxicación) siempre había tendido a perder eficacia, siendo mucho menos efectivo entre toma y toma. De esta forma, había que buscar de forma obligada nuevas alternativas porque tampoco nos valía siendo eficaz durante 1 hora y media como mucho. 

Así que, sin saber como controlar el dolor y las crisis, nos vimos forzados a comenzar a medicar con el nolotil. Los primeros días le hacían un efecto de 3 a 4 horas, pero ésto duró poco, ya que incluso con el nolotil en el transcurso de los días, con suerte hacía efecto 2 horas y media haciendo que las crisis tomaran el control con su fuerte acto de presencia. 

Ya no dormía prácticamente, el Sudeck la despertaba cada 2 horas como un reloj. Sin embargo, yo tenía curiosidad por comprender el comportamiento del Sudeck, así que mientras ella dormía un poco yo comenzaba a observarla de cerca desde un sillón cercano al sofá, donde incluso dormía para estar cerca de ella. 

Sinceramente, mi Scarlett ya no podía dormir en su dormitorio porque se encontraba situado en la segunda planta, y se nos dificultaba subirla hasta allí sin hacerle daño. Así que cómo no la podíamos desplazar, nos instalamos todos en la planta de abajo. De esta forma, mi niña dormía en un sofá cheslong que por casualidad habíamos comprado escasos meses antes, y yo a su lado, en un sillón individual confort, que mis padres me habían regalado unas navidades anteriores. 

No podía comprender como un simple esguince y un édema óseo podría ocasionar tanta gravedad. Ahora bien, sobre todo teniendo en cuenta que también mi pequeña estaba afectada de una fuerte atrofía causada por haber estado vendada, y posteriormente escayolada, casi la ingle hasta el pie durante varios meses, siendo una recomendación desde los centros de salud. 

EL MILAGRO FUE DADO

Nuestras súplicas habían sido escuchadas, aunque podríamos haber prevenido ésto mucho antes si hubiéramos dado antes con este milagro ¿quién sabe? Antes de ir al traumatólogo infantil de Málaga, mi madre me había comentado la idea de visitar a su médico en Algeciras. Ella intentó convencerme porque realmente la había curado de una enfermedad de rodilla. 

Cierto es que cometimos el gran error al decidir en un principio asistir al traumatólogo infantil recomendado por nuestro médico pediatra, ya que era amigo de éste. Y la verdad sea dicha, siempre hemos tenido a nuestro pediatra en consideración porque desde que mi niña era pequeñita siempre ha tenido aciertos, aunque desgraciadamente aquí se equivocó en un 100%, aunque él supongo que pensó que su amigo también diagnosticaría lo que realmente tenía mi Scarlett en su rodilla. 

Incluso, en aquel mismo instante barajamos otra opción replanteada por mi marido, siendo previsto de manera precipitada porque estábamos desesperados. Así que nos encontramos en dudas, porque los dos tomamos dos citas diferentes para el mismo día, con el doctor anteriormente mencionado, o también con una doctora en Málaga. Definitivamente, la misma cita distintos médicos para el mismo día pero con dos médicos distintos, así que debíamos decidir rápido, no nos quedaba más remedio que escoger sin darnos cuenta que ninguna de las opciones serían las correctas para encontrar una solución al problema de nuestra hija Scarlett. 

Y menos mal que anulamos esa cita con la doctora en Málaga, y todo fue porque al ver su foto algo no me convenció, y sinceramente no fue por su físico, sino que al mirarla a los ojos algo en mi interior hizo que no me inspirara demasiada confianza. Además, agradezco las señales que nos indicaron que no operáramos la rodilla tal como nos recomendó el traumatólogo infantil ¡Bendito sea Dios! porque hubiera sido desastroso para la salud de nuestra pequeña. Por eso digo que hubo un milagro muy grande en todo ésto, que nos condujo de forma misteriosa a visitar a nuestro Traumatólogo el Doctor Carreras.

Ya no quería pensar más, así que ahora haría caso a mi madre, e iría a visitar a su médico. Sin pensarlo dos veces tomé una cita para el doctor Carreras. Ciertamente, yo no lo conocía personalmente, pero lo que sí tenía claro es que si había curado a mi madre no habría más que hablar. Al llamar a la clínica fueron muy amables porque me hicieron el favor de darme la cita muy pronto al explicarles la gravedad del asunto. 

EN LA CLÍNICA SANTA ANA, DOCTOR CARRERAS

Por fin, estábamos cerca de descubrir la verdad, aunque dicho sea paso no sería una noticia feliz sino más bien todo lo contrario, pero al menos conseguiríamos esclarecer el enigma de encontrar la pieza del puzzle que nos faltaba. Sin embargo, al llegar hubo algo que no me agradó de la Clínica, de verdad que siento mucho decirlo, y si lo leéis no estaría mal aceptar este dato como crítica constructiva. 

En la primera planta se encuentra recepción, y otras salas médicas. Allí en todo el edificio ejercen su labor de medicina varios médicos, no sólo el doctor Carreras, y las chicas de la recepción son muy amables, pero tal vez nos dejaron demasiado tiempo esperando con una niña pequeña aquejándose de una fuerte crisis de dolor “Sudeck”. Aunque en aquel momento, todavía nadie lo sabía, ni tan siquiera nosotros. Os cuento cómo ocurrió todo:

Justamente llegando a la clínica, nos quedaban pocos minutos para encontrarla ya que nos fue algo complicado de encontrar, a pesar que se encuentra ubicada en la misma entrada de Algeciras. En el coche le sobrevino de improviso a mi niña una de las dolorosas crisis. Mi marido nervioso me decía que le diera un Gelocatil, ya que era lo única medicación que podíamos darle, pero yo sabía que cada vez que lo tomaba empeoraba de la intoxicación, además aumentaba el fuerte dolor en la nariz y parte de la frente. 

El resto de medicaciones estaban prácticamente prohibidas para mi Scarlett, ya sea por sus reacciones adversas o porque no le ayudaban a contrarrestar los dolores, siendo incluso ineficaces. Si le administrábamos el nolotil lo vomitaba, además el dolor de la nariz le aumentaba de forma horrible. 

Yo tenía dos opciones dar el Gelocatil y que niña entrara sin dolor, y volviéramos a la historia de siempre del dichoso esguince, contando que yo no conocía al doctor Carreras, y ya habíamos pasado por tantos médicos que estaba incluso cansada de aguantar más de lo mismo una y otra vez. Así que con todo el dolor de mi corazón, y cómo ya estábamos casi en la puerta de la clínica me negué a darle la medicación. 

Sinceramente, por dos minutos no quería arriesgarme de irme con otro dichoso informe erróneo porque estaba hasta las narices de esguinces y edemas óseos. Así que os podéis imaginar, entramos en plena crisis de dolor, con muletas, mi niña sin fuerzas porque se caía para todos lados, y la clínica llena, siendo las 8:30 de la tarde aproximadamente, si no recuerdo mal. 

No había sitio ni para sentarse, menos mal que un señor nos ofreció su asiento. En verdad, allí no podía estirarse la pobre mía para agarrarse el muslo, así que yo de verla sufría muchísimo. Sí que vi una camilla pero yo no era quién para solicitar su uso. Las enfermeras de la recepción estaban escuchando pero hacían caso omiso ante tal situación, como si no hubiera estando pasando nada. 

Nadie hacía nada para ayudarnos, tan sólo algunos pacientes que se apiadaban nos comentaban si podían ayudar en algo, pero de la parte de recepción nada de nada, tan sólo en una ocasión nos comentaron que que si deseamos una silla de ruedas podíamos cogerla. Sinceramente, signos de empatía muy poco, y la verdad que eso me molesto un poco. Espero que no se lo tomen a mal, pero es que si nadie se lo dice, aunque sea de forma constructiva, no aprenderán de sus errores. 

Una paciente que estaba con su hija no daba crédito de que mi Scarlett estuviera en tan malas condiciones e incluso se atrevió a criticar a la clínica por dejar que una niña estuviera así durante mucho tiempo. Yo me acercaba al mostrador pero por lo visto era más un fantasma que una persona, la verdad sea dicha. 

En plena desesperación ya había pensado darle la medicación porque llevábamos allí mucho tiempo, y de verdad que no podía ver como mi niña lo estaba pasando tan mal. Mi marido, yo y su hermanita estábamos desesperados e intentábamos calmarla como podíamos, pero es que no podíamos abusar del Gelocatil granulado que tomaba, porque el dolor de la nariz aumentaba a niveles inimaginables. 

Así que la opción que tomáramos en ese momento era contraproducente en ambos sentidos, si la dábamos se le calmaba la crisis pero le aumentaba el principio de una sinusitis por intoxicación medicamentosa, y si no se la dábamos la crisis no daría su fin hasta pasadas unas horas, y habría que esperar hasta irse por sí sola, porque tal como entraba podría desaparecer de pronto.

Asimismo, estaba tan enojada con la sanidad y sus médicos que tampoco iba a permitir que ningún médico la diagnósticara bajo el efecto de medicinas, porque ya conocía la historia de palpar su rodilla y acabara contando la historia de siempre “mire usted, su hija tiene un esguince, una atrofía y que haga rehabilitación“. Ya estaba cansada de tanta tontería y cachondeo de médicos y doctores. 

EN LA CONSULTA DEL DOCTOR CARRERAS

Por fín, pudimos entrar en la consulta y conocer al doctor Carreras, y me encantó a la primera, sobre todo tal como se comportó con mi niña y con nosotros. Su forma de hablarnos, de darnos esperanza y amabilidad. ¡Mil gracias doctor! Y sinceramente, a pesar del disgusto que nos llevamos al conocer que nos debíamos enfrentar a algo que aún no existe remedio y cura., de verdad que se lo agradecemos, porque necesitábamos saber la enfermedad de una vez por todas. ¡Menudo sobresalto nos llevamos! Y aunque pasamos en vilo un par de noches completas sin dormir, con aquella mala noticia, cuando nos comunicó que la cosa estaba clarísima, ya que nos tendríamos que enfrentar al Sudeck

Ahora todo cobraba sentido, los cambios de coloraciones en la piel, el crecimiento anormal del bello y las uñas, los fuertes dolores y crisis. Sin embargo, él no confirmaría nada hasta hacerle una Gammagrafía Ósea, es decir poner un poco de radioactividad en mi niña para detectarla. De verdad os digo, no existe cosa peor que esperar 2 ó 3 días eternos hasta saber los resultados finales y confirmar que te enfrentas a una enfermedad rara y desconocida. 

¡Ay! más pinchazos para mi Scarlett, además de otros 190 euros. Ya íbamos por más de 1000 euros gastados en el Sudeck, pero sinceramente, aunque nuestra economía es más bien escasa, ya no nos importaba nada, ¡como si hubiéramos tenido que sacar un préstamo! nos daba igual todo, sólo queríamos saber que tenía nuestra hija, lo demás carecía de importancia. No recuerdo si el doctor me recomendó una clínica, aunque creo que sí. Al día siguiente contacté con una, aunque sinceramente no sé si fue la que el doctor Carreras recomendó en su consulta.

VOLVEMOS A CASA CON INCERTIDUMBRE Y UN DISGUSTO

Nuestro viaje de vuelta en coche hacia casa fue desolador. Mi marido no quería hablar, mi hija por supuesto iba calmada porque ya hacía mucho que había tomado la medicación, y todavía le quedaba una hora aproximadamente para tomarla de nuevo. Yo no sabía que era el Sudeck o el SDRC, ya que no lo había escuchado en mi vida, pero al menos ahora tenía un nombre, y precisamente no era esguince. 

Además, me tranquilizaba saber que llevaba una baja médica para el colegio ¡uff, qué alivio! Mi Yaiza, mi otra hija pequeña iba calladita porque tampoco sabía que decir. De verdad, si tuviera un espejo mágico y pudiera mostraros nuestras caras, seguro que hasta a vosotros os rompería el alma. Íbamos literalmente destrozados. 

Mi marido tenía la esperanza que después de la prueba nos confirmaran que él llevaba razón, siendo su verdad única y fiable desde un principio, que nuestra Scarlett tenía un esguince y una crisis nerviosa, nada más. Mi Yaiza es chiquitita y no quería opinar. Mi Scarlett decía que tenía Sudeck, que ella lo sabía. 

Y yo, sinceramente, creí a este doctor 100%, no tenía dudas, algo en mi interior decía que nos tendríamos que enfrentar a una enfermedad rara y desconocida, Síndrome de Dolor Regional Complejo. Pero había algo que me ahogaba aún más, y era la idea de que no existía tratamiento, ni medicinas, ni rehabilitación, ni cura, además ahora tendría que coger cita para Gammagrafía, y volver a esperar.

Sin embargo, vi una luz que se encendió dentro de mí, una fuerza interior que nadie se puede imaginar, y lo comprendí todo, ésto sería un milagro y ya estaba en manos de los Seres de Luz, y por supuesto de Dios y mis creencias. Mi hija se iba a curar y no debía tener miedo, tan sólo Fe ciega. 

NUESTRO ADVERSARIO: SUDECK

En cuanto entré en casa, comencé a buscar información por todos lados en internet, me dispuse en mi campo de batalla, y no iba a permitir que el Sudeck nos ganará la guerra. Quería saber quién o qué era mi adversario, y por donde iba atacarnos para contrarrestar. Descubrí que una de sus bases fundamentales es la mente o psique humana, y yo llevo años profundizando sobre ella, porque me apasiona la idea de saber ¿dónde está la mente? Me maravilla la idea de conocer donde se encuentran todas los pensamientos colectivos de la humanidad. 

Además, ¿de qué fuente o de dónde conseguimos esa descarga de datos fluida y constante que disponemos, para que nuestra tercera dimensión funcione como lo hace? No se sabe nada del Sudeck, sin embargo tenía claro que mi hija estaba intoxicada, con dolores fuertes y constantes, sufría mucho, y no iba a poder seguir tomando medicinas normales porque el ibuprofeno no podía ingerirlo, el nolotil tampoco, y el gelocatil le duraba escasamente una hora y media, como mucho. 

GAMMAGRAFÍA ÓSEA

Al día siguiente, llamé a la clínica y cogí cita. En la clínica fueron muy amables porque realmente debíamos esperar una semana, pero les imploré que el motivo era urgente por un caso de Sudeck, así que dieron cita para el día siguiente. Además, los resultados nos lo darían el mismo día. Aquello me tranquilizó enormemente, ya que dentro de poco tendríamos un nombre para descartar otros males erróneos. Ciertamente, la espera fue difícil e insoportable, y aunque me pareció eterna pero finalmente llegó. 

De verdad, os confieso, y que me perdone el amable y profesional médico que realizó la Gammagrafía Ósea, pero la impresión que nos dio es que no había visto un Sudeck en su vida. Se le veía muy interesado e incluso preocupado porque incluso después de hacerle pruebas en las dos rodillas, me pidió permiso para realizarla también en la cadera, a lo que yo por supuesto le confirmé con un sí. 

Yo estaba tan nerviosa en la prueba que sólo quería escuchar los resultados, sin embargo no fue así, aunque como norma general lo daban en el momento. ¡Ayy, otro día más! -pensé- El motivo era porque los resultados debían estudiarse bien. No me lo podía creer ¡no, por favor, otro día más no, doctor! Aunque no nos quedaría otra que esperar al día siguiente, tal como lo prometió. Y cumplió su palabra porque los resultados fueron entregados a las 19:30 de la tarde, y la cita con el doctor Carreras era a las 20:15, creo recordar. 

Recuerdo que en el coche estábamos impacientes por abrir los resultados, y hasta las manos nos temblaron a los 4, o al menos a mí sí. Y ¡ufff! qué alivio, porque comencé a leer y mi Scarlett no tenía nada, salía algo del cartílago, y un SDRC. Así que respirando con un poco de alivio pensando que no había mucha gravedad, le dije a mi marido que no era un esguince pero que tenía un problema de cartílago. 

¡Poco contenta iba yo para la consulta del doctor Carreras! Mi hija había sacado problemas del cartílago, y con ésto estaba todo aclarado. Aunque si os soy sincera yo misma estaba tratando de autoconvencerme, pero mi intuición me decía lo contrario, o al menos yo no quería escuchar lo contrario. 

Al entrar en la consulta del doctor Carreras, la verdad, me sentía extrañamente aliviada y recuerdo que no paraba de hablar como una cotorra, mientras nuestro médico abría el informe y me miraba. Cuando me callé un poco nos dijo “lo siento”. Yo me quedé bloqueada, no quería escuchar, así que seguí hablando de la confusión del cartílago, y si no recuerdo mal dijo: su hija es compatible con SDRC, Sudeck. Ahí sí que me callé en seco, me quedé estupefacta, no pensaba, sólo lo miraba… y el cielo me cayó encima de un sólo golpetazo. Me estaba enfrentando a algo que ni tan siquiera la medicina tenía solución…

¡NO SABÍA QUÉ PENSAR, QUÉ DECIR… ESTABA BLOQUEADA!

Nos sentamos en el coche y llamamos a mis padres y a mis suegros para dar la mala noticia. No tenía un tratamiento para darle a mi Scarlett, tan sólo Valium recomendado por el señor doctor por si le daban crisis nerviosas ya que esta enfermedad tiende a la depresión. Y como terapia: rehabilitación, clínica del dolor, y un psicólogo para mi pequeña. Yo no pensaba, ni quería hacerlo, estaba bloqueada… en mi cabeza había cientos de pensamientos descontrolados. Aunque sí veía un rayito de luz, y tenía la intención de seguirlo.

Yo iba pensando y de pronto lo vi claro, algo o alguien me lo había puesto en la cabeza, vi a mi Scarlett curada tomando ciertas medicinas y precisamente no eran las tradicionales. Íbamos a medio camino para ir a casa, y justamente antes de llegar a Carrefour Los Barrios le dije a mi marido ¡entra en Carrefour! Mi marido me miró por unos instantes asombrado a lo que me contestó ¡oye, Lidia que la cosa no está para comprar en el supermercado! 

UN GIRO INESPERADO DEL DESTINO

Me daba igual todo, nunca había creído 100% en la medicina tradicional, y menos ahora. Mi marido paró el coche y entré en la herborístería que le quedaba poco para cerrar y compré: Cúrcuma 10.000, Moringa, Doltistar Forte, Colágeno, Sedul, Pasiflora y Valeriana… Me gasté algo más de 100 euros. 

Cuando volví al coche mi marido me decía medio asustado ¿te has gastado ese dinero en una herboristería? Ciertamente, yo no lo escuchaba, ni tan siquiera tenía intención de hacerlo. Ahora iba a hacer caso a mi sexto sentido y a las señales divinas, así que me daba igual lo que pensaran lo demás. Aunque, sinceramente sigo en la misma onda, así que poco me preocupa los pensamientos ajenos sobre este tema. 

Él sólo pensaba en la rehabilitación de la seguridad social, en la clínica del dolor y en salud mental. Yo no lo escuchaba, y nunca más lo escuché sobre este tema, porque ahora lo íbamos a hacer todos a mi manera. Ya habían pasado 4 meses y mi hija estaba intoxicada y muy enferma, así que tenía claro que en un ring de combate nos íbamos a enfrentar, y los dos contrincantes serían el Sudeck y yo misma

Me tiré días recopilando toda la información que pude, mientras cuidaba de mi niña, limpiaba la casa, atendía a las visitas, el teléfono, trabajaba todo lo que podía en la red de blogs, y como de un milagro se tratara me parecía increíble como me daban fuerzas desde ahí arriba. Asimismo, el cansancio me aturdía pero no deseaba pensar, sólo buscaba soluciones. Ya me molestaba el teléfono, me incordiaban la visitas fuera quien fuera, porque aquello me quitaba tiempo de curación y búsqueda de soluciones. 

Mi hija no era un circo donde se venía a ver una enfermedad rara, y donde se la quedaban miraban de brazos cruzados mientras se revolcaba de dolor, sin intención de marcharse hasta que no acabará la misma, después de 30 minutos aproximados. Veía surrealista que me la despertaran para después se marcharan dejándomela despierta y dolorida. Y comencé mucho más a interiorizar sobre la naturaleza humana porque eramos curiosos, y egoístas, pero hasta ¡qué punto!

CONOCIENDO AL SUDECK

En ese mismo y preciso instante comencé a meditar tomando conciencia de la situación. Observaba todo y juntaba las piezas del puzzle con toda aquella información que previamente había buscado en internet. Sus crisis de dolor le venían cada 2 horas como un reloj, así que tenía que buscar una solución para aliviarla y regenerar su organismo desde dentro. Pero ¿cómo podría hacer aquella gran hazaña?

La medicación que tomaba en las dos primeras semanas consistía en 1 Cúrcuma 10.000 al día, 2 Moringas, varios Doltistar Forte, 1 Colágeno, Sedul, Pasiflora y Valeriana. Y cuando llegaba una crisis medio Gelocatil y un Doltistar Forte. El dolor duraba entre 25 a 50 minutos en calmarse. Mi niña tenía que tumbarse en el sofá, agarrándose el muslo, mientras gritaba que tenía cristales rotos y le quemaba. Incluso, de la tensión y la intoxicación medicamentosa se asfixiaba un poco. ¡Era una situación espantosa y horrible!

Ahí es cuando comencé a observar qué cuanto más ansiosa se encontraba más le aumentaban las crisis y su tiempo de duración. Incluso llegó a tener dos muy fuertes en este tiempo que estuvo con crisis, las cuales les llegó a durar entre 3 horas a 5 horas sin parar, con llanto incontrolado de tanto dolor. 

REHABILICIÓN, CLÍNICA DEL DOLOR Y EDUCACIÓN

En esta época visitamos a un rehabilitador de pago, cuyo precio por consulta era de 33.50 euros, aunque tan sólo lo visitamos una vez. A posteriori, barajamos la posibilidad de llevarla a la rehabilitación de la seguridad social. La clínica de dolor tardaría más de 3 semanas en aparecer ¡menudo compromiso con el ciudadano, y más aún con una niña con grandes crisis de dolor, de tan sólo 13 años! ¡Vergüenza me da!

En el ámbito educativo, estábamos en espera que nos llegara un profesor puesto por su instituto, aumentando la ansiedad generalizada en el hogar. Sinceramente, ¿profesor para qué? ¡Si mi hija no podía con su vida! ¡Ayyy, qué cabeza tenemos lo humanos, que nos pasamos el día a día complicándonos la vida a nosotros mismos y a los demás! ¿Colegio ahora? Pero, sinceramente, y con todo el dolor de mi corazón, no nos quedaba otra que aguantar. En mi cabeza rondaba ¡Lidia, ésto o los asuntos sociales! Así que como no había mucho donde elegir, no quedaba otra que esperar al profesor.

¿QUÉ O QUIÉN ES MI ADVERSARIO SUDECK?

Sin embargo, había algo que me llamaba mucho la atención, y era como esta enfermedad despertaba cada 2 horas exactamente a mi pequeña, así que cuando se acercaba la hora punta de la siguiente crisis, si se encontraba dormida yo la observaba mientras siempre hacía la misma postura. Primero el grito, se incorporaba con los ojos cerrados mientras gemía de dolor, se agarraba el muslo y comenzaba agitarse. Mientras me decía “mami, tengo cristales y me quema”. Ésto ocurría unas 14 ó 15 veces diarias, durmiera o no. 

Más y más observaba e investigaba sobre el Sudeck, me tiraba horas y días buscando y leyendo información. Vi muchos vídeos en internet y prácticamente todo me llevaba a la conclusión que si el nervio simpático se había quedado activado, podría ser una orden producida a nivel inconsciente causada por un proceso neuronal psicológico incorrecto. Es decir, para que nos entendamos tenía que hacer un formateo suave o recuperación a un punto anterior sin pérdida de archivos en el cerebro, haciéndole una limpieza de bloqueos y limitaciones, poniéndolo de nuevo en marcha

Asimismo, el Sudeck también es una enfermedad física, y ésto nadie lo discute, aunque en cifras exactas existen discrepancias médicas, algunos confirman que el 60% es físico y el 40% es psíquico de esta forma habría que trabajar un poco más para desactivarlo a nivel físico. Yo, sin embargo soy de las que piensa que ese tanto por ciento está invertido, es decir para mí el 60% es psíquico y el 40% es físico. Y ahora me gustaría explicar el por qué de mi teoría. 

Algunos de los pocos estudiosos de esta compleja enfermedad manifiestan que el Sudeck tiene alguna relación directa con lo que se considerasíndrome del miembro fantasma“, es decir, cuando nos falta en el cuerpo algún miembro, y el cerebro envía señales y ordenes sensitivas aunque ya no esté integrado en él. Ésto me hizo pensar y meditar durante horas. Así que según las diversas teorías que podemos encontrar estarían disponibles dos supuestas hipótesis, y qué además comparten algo en común ¿quién mantiene el control de la situación? Y en esta ocasión, sí tenemos un nombre…

Nervio Simpático Activado

Sinceramente, la ciencia y la medicina aún está lejos de saber el por qué ese nervio simpático queda activado, y por ello desconocen cómo desactivarlo. Ahora bien, a mí sólo me bastaba con saber una pregunta ¿quién da la orden? Pues claro, el cerebro.

Nervio Simpático Desactivado

Ahora bien, existen otros estudios e investigaciones que afirman que el nervio simpático nunca ha estado activado, y que el cerebro envía órdenes reales de que sí lo está, cuando no es realmente así. Por ello, Ahora volvemos a la misma pregunta ¿quién da la orden? Y vuelvo a decir: EL CEREBRO. 

En fin, el mapa del tesoro me llevaba de nuevo al cofre que se encontraba en un lugar, que sinceramente muchos afectados de Sudeck no quieren o no les interesan realmente aceptar. Y si no ¿por qué creéis que siempre nos mandan al psicólogo? No es sólo por la ansiedad o depresión que os genera y conlleva tener día y noche los dolores. Pensad por un momento como puede ser que las personas más positivas y con más fuerza mental puedan asimilar y aliviar el dolor mucho mejor que otras. 

DISTROFIA MUSCULAR EN METAFÍSICA

Bien, ahora vamos a tratar el concepto de distrofia muscular en metafísica y su significado, porque claro está, sobre Sudeck no existe ningún significado claro, tan sólo de “distrofia muscular”. Así que vamos a ver que nos dicen en internet. Si deseas ver la página haz click aquí. A modo resumen te puedo decir que este texto viene a decir, que tu deseo de controlar situaciones se te escapa de control, te has rendido en este punto de tu vida. Tu cuerpo se está autodestruyendo porque crees que no eres lo suficientemente bueno en aquello que realizas o estuviste realizando. Tu vida se ha sentido vacía, sin ilusiones y metas claras. Además, el camino de tu vida no iba por buen sentido, y a través del Sudeck se ha manifestado el bloqueo físico. 

¡Bingo! me dije, ahí está la clave, porque mi niña se estaba todo el día quejando de la gimnasia rítmica, y no sólo de eso, ya que si no lo estaba haciendo de una cosa siempre estaba liada con otra. Mi Scarlett es una mente inquieta, todo lo quiere saber, no se queda quieta nunca porque está repleta de sueños e ilusiones. 

Sin embargo, en su faceta negativa siempre ha sido inconformista y muy exigente consigo misma, así que tal vez su organismo no aguantó tanta tensión física y mental, creando una enfermedad física llamada Sudeck. El por qué fue esa y no otra, pues sinceramente, ni idea. La caída el día 3 de noviembre del 2015, fue decisiva para que entrara este extraño síndrome, y tal vez en un futuro tenga más respuestas, pero ahora mismo no las tengo, lo siento muchísimo. 

TOMANDO EL CONTROL DEL SUDECK

Así que ahora me tocaría entrar en su mente, relajarla para que el milagro divino se realizara. Cómo primera toma de contacto, le hice romper con las normas establecidas del sistema. Mi meditada decisión al tener que tomar el control de la difícil situación me hizo dictar nuevas normas en casa, y como lo íbamos a realizar a mi manera, no iba a permitir escuchar un “no” por respuesta. 

Por ello, decreté que desde aquí hacia adelante me propondría a eliminar todo tipo de normas estrictas en mi casa. Primeramente, el reloj no controlaría nuestras vidas, así que eliminaríamos ese sin vivir de estar pendiente a las horas y el tiempo establecido por el sistema causante de tanta ansiedad en el mundo, al menos mi Scarlett se libraría de vivir en la ansiedad horaria. Tan sólo mirábamos el reloj para la toma de medicación. 

Yo tenía claro que si mi pequeña debía dormir durante el día y por la noche debía mantenerse despierta debido a su enfermedad, yo no le iba a crear una ansiedad por ese detalle, y menos aún si a ella ésto le hacía sentirse mejor. A partir de ahora, nuestra casa sería su palacio o castillo personal. Ella sabía que papá tenía que trabajar, mamá escribir en la red de blogs, su hermanita ir al cole, y ella… debía cambiar su concepto de la vida, siendo imprescindible comenzar a regenerarse a nivel psicólogico, emocional, y físico.

LA MAGIA DE LA CURACIÓN

A la hora de dar medicaciones a veces se me complicaba demasiado sobre todo a la hora de agregar el Sedul en agua o zumo. Así para que fuera más fácil su ingesta para que mi niña decidí mezclarla con agua mineral y ahí le podría agregar otras medicinas naturales como la Moringa, Cúrcuma 1000mg o Doltistar. 

Cromoterapia y Colorterapia

Yo, como buena creyente de la Cromoterapia (sanación o curación de enfermedades a través de los colores) o Colorterapia, tomé un par de botes de cristal preciosos, uno en rosa fucsia de unos 300 ml y otro en color rojo de unos 500 ml. Sinceramente, el que más utilicé fue el de color rosa fucsia porque me gusta mucho este color, además era el más pequeño, ya que el Yaizatril sólo se puede guardar por un día, incluso si lo refrigeras al día siguiente pierde su sabor, se pone mucho más amargo. Yo siempre tiraba el sobrante de un día para otro, así me ahorraba de que le pudiera sentar mal a mi niña. En un principio, ahí agregaba 45 gotas de Sedul y medio Gelocatil. Y de ahí nació el Yaizatril, el cual llevaría el resto de medicaciones naturales. 

Sin embargo, el tarro de cristal rojo en un principio se utilizó para agregar tan sólo agua mineral. De esta forma se consigue que el agua absorba la vibración del color energético. Incluso este es uno de sus colores preferidos porque alusión a su nombre Scarlett (Rojo Carmesí). La energía de este color es poderosa ya que el líquido que esté dentro se refuerza en energía, ánimo, pasión por la vida, entre otros. 

Otras Terapias Alternativas

Sí, también utilizamos otras terapias alternativas, como la Gemoterapia (el poder de las piedras y los cristales mágicos), ya que siempre tenía a su lado una piedra de cuarzo rosa que posee el poder de transmutar energías, además un colgante de punta de turmalina (actúa regenerando huesos, articulaciones, cartílago…) en su cuello, y una amatista que también le acompañaba a su lado. Además, en algunas ocasiones utilizábamos el poder del Incienso, Velas, Visualizaciones, Canalización Energética y Traspaso de Energía, Mándalas, Oraciones… En definitiva, tener Fe ciega y absoluta en aquello que no vemos, y que sabemos que existe.

MEDICACIÓN NATURAL PARA EL SUDECK

Mi madre me comentó el por qué no le administraba la medicación antes de que le dieran las crisis, y así comencé a hacerlo, se la comencé a dar unos 10 minutos antes. Y sí que funcionaba, se notaba porque no debíamos esperar tanto tiempo para que se le pasara el dolor de la crisis, pero aún así las seguía teniendo la pobre mía. Yo de todas maneras, le daba un vasito pequeño de agua mineral con Sedul y la mitad de Gelocatil Granulado, y además lo acompañaba con una Melissa, Pasiflora o Valeriana.

Pero otro milagro estaba cerca, y ésto haría que sus dolores se fueran por completo entre crisis y crisis. En una ocasión le dije a mi Yaiza que le hiciera su medicina, pero que no le agregara Gelocatil, ya que se lo estaba cambiando por 2 Doltistar. Pensé que mejor sería agregar doltistar y una Moringa para probar. Mi niña se lo realizó junto a una oración. Sin embargo, cometió un error porque añadió 2 Doltistar, 1 Cúrcuma y 1 Moringa. Así que ella viendo la equivocación me lo comentó. Yo, probé un vasito y como lo vi demasiado fuerte de sabor, le agregué un poco de miel con Áloe Vera que me había regalado mi madre para las niñas.

Pues, la verdad que estaba bueno, y le dimos a probar a Scalett, junto a una Pasiflora. Ella se lo tomó de seguido, y además nos adelantamos casi 30 minutos antes de la siguiente crisis. Así que cada cual siguió su rutina, mi Yaiza a los estudios, la pobre de mi Scarlett haciendo lo que podía para controlar el dolor, y preparando la mente para la siguiente crisis que le venía encima. Yo me puse a realizar mis tareas, pensando en que ya quedaba poco para que dieran las 2 horas en punto. Efectivamente, dio la hora, sin embargo la crisis no llegó a darse.

Imaginaros nuestras caras, allí estábamos mi Yaiza y yo mirando a Scarlett, comentándole que donde había dejado la crisis de dolor, a lo que ella contestó con una subida y bajada sus hombros ¡Y yo qué sé mamá! Ahí fue su primer momento sin dolor, y desde ese momento ya casi no tuvo crisis durante meses. Ahora eso sí, si no se lo administrábamos a su hora justa o nos pasábamos unos escasos segundos, le venía irremediablemente.

En el mismo momento, que vi que aquella bebida mágica había obrado un milagro junto a la oración que le había realizado su hermanita Yaiza con tanta Fe, cogí aquel tarrito de cristal con mis manos y decidimos ponerle el nombre de “Yaizatril“. Sinceramente, regeneró a mi pequeña desde dentro hacia fuera, además le calmaba el dolor de forma eficaz. 

Y sí que me gustaría lanzar un ruego desde aquí a las industrias farmacéuticas. En caso de que investiguéis sobre esta fórmula y decidáis sacar al mercado una medicina para tratar la enfermedad de Sudeck, siendo la fórmula perfecta para tratar al menos el caso de mi hija, lo único que me gustaría es que se llamara así “Yaizatril“. Aunque no creáis lo que os voy a exponer aquí, yo soy muy creyente, y a pesar de que mi Yaiza no se diera cuenta, yo desde luego pienso que este milagro le fue dado a nivel de pensamiento a mi niña, aunque para ella sólo supusiera un error fortuito o una equivocación. 

CÓMO TOMABA EL YAIZATRIL Y EL RESTO DE MEDICINAS

Ya después, en las semanas siguientes adquirí nuevas medicinas, que podéis ver en este enlace, entre ellas, Cartílago de Tiburón, Pasiflora Forte, Melissa Complex, Valeriana Plus, Arpareum, Harpagofito que sale un poquito más barato que el Doltistar, siendo más concentrado y muy eficaz contra el dolor. Doltistar es regenerador interno y alivia el dolor porque lleva Harpagofito, Ulmaria (Aspirina), Sauce (Aspirina leer aquí), además entre sus compuestos está la milagrosa Boswelia (Eficaz Artritis, más info aquí) y Cúrcuma (potente antiiflamario). 

La forma de tomar la medicación siempre ha sido dos pastillas media hora antes de cada supuesta crisis, o bien un Yaizatril y una pastilla, ya fuera Harpagofito, Doltistar, Cúrcuma, Valeriana, Pasiflora, Melissa, Colágeno, Cartílago de Tiburón… 

En total unas 40 pastillas diarias, que actuaron como eficaces regeneradores internos, aumentaron sus niveles la vitamina C en el organismo siendo tan necesaria para aliviar y curar el Sudeck. Asimismo, aliviaban el dolor y la inflamación, mientras regeneraban eficazmente el sistema óseo, actuando como relajantes musculares, siendo incluso potentes ansiolíticos. 

Incluso, a modo de información general, mi hija hace ya un año decidió no comer más carne animal, sólo come pescado, verduras y poca fruta la verdad, porque ésta no le gusta mucho. En sus analíticas todo ha estado saliendo perfecto en este tiempo que ha tomado la medicación. Según las últimas investigaciones sobre el cáncer y otras enfermedades se dice que el consumo de carne animal afecta directamente a la salud de los pacientes, no ayudando a que se regeneren y alivien con la rapidez que se debería. 

Una cosa sí que ha estado comiendo de forma asidua porque su cuerpo lo pedía era comer chocolate negro, y como sabéis los beneficios son inmensos sobre todo a nivel psíquico ya que ayuda a segregar endorfinas beneficiosas para la salud, además es relajante porque ayuda a regular el sueño, y libera serotoninas (antidepresivo). 

Eso sí, siempre y cuando el chocolate sea puro, y no padezcas de obesidad, porque el chocolate es una alimento calórico, aunque un par de onzas pequeñas diarias no te debería hacer ningún mal. Fíjaros en una cosa, el cuerpo y el organismo es sabio e inteligente por naturaleza, porque cuando se desea mucho un alimento es señal de que algo te hace falta, ya sea esa vitamina o nutriente esencial para el organismo. Incluso, a nivel de psique también funciona, porque el deseo de comer en exceso grasas y dulces está muy relacionado al hambre emocional. 

Por ello, no me compares nunca la ingesta de los alimentos denominados adictivos como son las patatas fritas, bollería, coca cola, carnes grasas, entre otros, porque ésto no entra en la regla alimentaria sana pertenecen dentro del hambre emocional. Siempre me refiero a los alimentos sanos, y fíjate en su color, por ejemplo si te apetece tomar muchos alimentos de color naranja como la zanahoria, posiblemente tengas un poco bajos los niveles de vitamina A, E o K, en incluso magnesio, fósforo, manganeso o ácido fólico. 

Y ya para ir terminando iré resumiendo todo lo que pueda porque comprendo que estos 3 artículos sobre como ha sido la vida de mi pequeña Scarlett durante 7 meses, no es fácil leerlo todo de un tirón, y os aseguro que escribirlo tampoco, jejjee, porque son muchas horas, os lo aseguro. Además, sé que he pasado muchas cosas y circunstancias por alto, porque es casi imposible ponerlo todo detallado paso a paso ya que entonces tendría que realizar 10 artículos más. 

REHABILITACIÓN EN CASA

A partir de ese momento mi niña comenzó a mejorar, aunque no se levantaba del sofá. La rehabilitación se la hacía mi marido todas las noches, y yo me encargaba de controlar el dolor. Unos 10 minutos de comenzar le daba Arpareum, siendo un potente regenerador óseo y eficaz contra el dolor. Mientras se realizaban los ejercicios yo observaba y si veía que la cosa se complicaba, encendía incienso, y utilizaba la técnica de focalizar la llama de una vela, para que se concentrara en ella. Hemos realizado Mándalas, y mientras coloreaba el círculo mágico se veía compitiendo en gimnasia rítmica. 

PLAN DE CHOQUE CONTRA EL AISLAMIENTO SOCIAL. STOP DEPRESIÓN Y ANSIEDAD

Hemos realizado visualizaciones de su curación con relajación. Siempre la estábamos motivando para que tuviera un sueño que realizar en el futuro. E incluso, para que no se sintiera sola y aislada porque ella deseaba volver a ver a sus amiguitas, y como todas estaban estudiando no tenían tiempo para ella, así que decidí abrirle unas páginas de Facebook, que yo por supuesto supervisaba, de esta forma interactuaba con sus amiguitas virtuales. Yo leía los comentarios, y ella muchas veces se desahogaba contándoles que tenía una enfermedad rara y dolorosa que no le permitía andar. Sus nuevas amigas le daban ánimos y le ayudaban a no sentirse sola, por eso no cayó en ningún tipo de depresión, ansiedad por aislamiento social. 

LA HORA DEL SUEÑO

Dormía cuando su cuerpo se lo pedía y en mi casa no existía hora para nada, si ella deseaba charlar a las 5 de la madrugada porque se sentía triste, allí estaba su mamá haciendo charla terapia nocturna. Si quería dormir por la mañana y estar despierta de noche así lo hacía. En estos momentos, tan sólo mantenía la crisis del despertar del sueño, que no había manera de controlarla, ya que dormida no se podía dar la medicación. 

Yo soy su madre y quería que la ansiedad se aislara de ella. La convertí en Redactora Jefe de Infantil en la Red de Blogs, y escribía cuentos infantiles, así trabajaba junto a mamá, cosa que le encanta… y ahora dice que desea ser YouTuber y escritora, jejeje… cosa que antes nunca se habría replanteado… tal vez el destino ha jugado sus cartas ¡quién sabe!

LA DESGRACIADA RECAÍDA

Todo iba en viento en popa y toda vela, incluso daba sus primeros pasos con mucho dolor, aunque todo iba bien… pero hubo una desgraciada recaída que me la envió a la fase 2 del Sudeck, eso fue en marzo del 2016 y si os preguntáis porque no lo comenté en el post que le corresponde, es porque prefiero que lo leáis en éste. 

Aquí contaré la verdad del por qué se desencadenó la recaída. A mi hija le habían puesto muy amablemente una profesora desde su colegio, pero mi pequeña no estaba para más ansiedad en su vida, y aunque la chica profesora es realmente amable, la idea de tener que realizar deberes y ejercicios en casa le generaba cierta ansiedad. 

Un buen día se encontró con tareas que con su enfermedad no podía terminar en casa, y mi niña que estaba somnolienta prácticamente todo el día, no se veía capaz de finalizarlos. Estuvo llorando una hora entera porque no podía, me decía que no se concentraba, así que le retiré los libros, pero ella deseaba terminarlos porque deseaba entregarlos a su profesora. 

Estaba terriblemente nerviosa, y desgraciadamente en uno de los movimientos de rodilla que realizó se escuchó un crujido, a lo que yo me asusté muchísimo, porque la crisis fue increíblemente dolorosa y larga en tiempo. Desde ese mismo momento, debido a la misma ansiedad que le había provocado el tener que estudiar, recayó estrepitosamente. ¡Dios mío, no quiero acordarme, fue horrible! 

No podíamos vivir con aquello, de verla sufrir como nunca antes la habíamos visto. Incluso, el pie derecho comenzó a doblarse para un lado a los pocos días de la recaída. A tanto había llegado el dolor y la sensibilización al roce en la rodilla que vivíamos con las ventanas cerradas, incluso no podíamos pasar por su lado porque el viento le dolía, todo le causaba dolor, una sola gota de agua era un llanto incontrolado. 

A la hora de ducharla le debía poner por encima sin tocar la zona sensible toallas, pero las gotas se escurrían, a pesar que yo la lavaba en un plato de ducha, estando mi niña sentada en un banquito (banqueta o sillita), y con la pierna afectada fuera de la ducha apoyada en otra silla. Las crisis volvieron con más fuerza, tenía que tomar la medicación cada hora y cuarto sin falta. No dormía, y las clases del instituto no paraban, la profesora seguía viniendo a casa. Yo estaba desesperada porque ésto le generaba ansiedad, y a mí también, lo siento pero debo decirlo. Mi hija se estaba viniendo abajo por momentos. 

Sin embargo, estuve muchas horas con ella haciendo terapia emocional diurna y nocturna. Su hermanita le ayudaba mucho y hacía los Mándalas Mágicos, y su papá ahora sí nos apoyada. En cierto modo, comenzó desde el mismo momento que vio que la medicación funcionaba. El pobre mío tenía tanto miedo en los inicios de la enfermedad, y como él desconocía por completo el poder y las virtudes de la madre Tierra, es normal que siempre pensara que la opinión del médico era la mejor. Aunque sinceramente, en este caso todos se habían equivocado, a excepción del doctor Carreras. 

EL SUDECK SE DESPIDIÓ CON 3 CRISIS DOLOROSAS INTENSAS SEGUIDAS

El Sudeck prácticamente se despidió con 3 crisis aterradoras, que incluso la profesora del instituto presenció. Era un viernes sobre las 9 de la noche. Mi hija estaba agotada de dar clases y por lo visto a las 3 se nos pasó recordar que debía tomar la medicación, unos 15 minutos. Ni mi niña, ni la profe, ni tan siquiera yo misma nos percatamos que se había pasado todo este tiempo. 

La semana anterior había sido fiesta escolar si mi memoria no me engaña, y en esos días que la profesora no había asistido a dar clases noté algo raro. El Sudeck ya no la despertaba cada dos horas, porque ahora lo hacía cada 3 y 4 horas. Incluso en un par de ocasiones durmió 6 horas seguidas. Sin embargo, yo comencé a notar que si me pasaba en 5 ó 10 minutos sin darle las medicinas, no venía la crisis. Ahora eso sí, en 15 minutos por ejemplo, sí que venía. Así que ya la medicación se la comencé a aplazar cada hora y media. 

La primera crisis que presencio la profesora fue larga de unos 30 minutos y la intensidad de dolor fue media. La siguiente fue de 20 minutos de intensidad media también. Y la última, duró 50 minutos e intensidad alta. Así se despidió las crisis del Sudeck. Ya no hubo más, gracias a Dios y nuestras creencias. Sin embargo, quedaba la prueba final, el despertar del sueño durante la noche, o por la mañana. Para mi sorpresa, no se despertó en todo el sueño, y al despertar la escuché quejarse de dolor durante 5 minutos. Y ahí, es cuando comenzamos a respirar algo más felices… porque se fueron y no volvieron más. 

REHABILITACIÓN: EL NERVIO SIMPÁTICO SE ENCAJA EN EL FÉMUR

Ese mismo día y por la noche sucedió el resto del milagro. Aquel momento fue maravilloso, y jamás lo olvidaremos. Era una noche más de rehabilitación, yo le había administrado Arpareum Force Vitale para el dolor y la regeneración ósea. Estaba haciendo los ejercicios como siempre y de pronto se escuchó un crujido en la rodilla mientras mi niña se quejó de dolor fuertemente. Mi marido asustado se quedó mirándola porque le había movido la rodilla muy despacito y suave así que era imposible que le hubiera dañado. 

Yo al igual que él, la miraba más extrañada aún porque no había sido un movimiento que le hubiera podido crear nada malo. Al pasar unos minutos, mi marido le tomó la pierna con más suavidad aún para comprobar que no había nada extraño en el hueso. A lo que mi niña dijo “papá, haz otra vez el ejercicio que no me duele”. Así lo hizo mi marido comenzó a moverle la pierna y la rodilla, con la sorpresa que la atrofía se había ido sin más…. Ya no le dolía, no tenía atrofía… ésto se llama ¡Milagro! Fue un momento maravilloso… inolvidable. 

Y a la hora de despertar… ya no había dolor, ni crisis, ni atrofía… El día 14 de abril 2016, comenzó a andar sin muletas por casa, y hasta este momento, 13 de junio 2016, que casi anda con normalidad. Aunque eso sí, se lastima con facilidad. Asimismo, no tenemos cambios de coloración, ni crecimientos anormales en el bello y en las uñas, dolor al roce, cambios de temperaturas, entre otros síntomas destacables en esta enfermedad conocida como Síndome de Dolor Regional Complejo, Sudeck

MI REFLEXIÓN PERSONAL

Yo adoro a la Madre Tierra, y la respeto en todo lo que puedo, creo en las señales Divinas, Seres de Luz, mis creencias religiosas, en los sueños premonitorios, en la vida después de la Muerte, en el poder de la mente y la sugestión, y sobre todo en la autoregeneración. 

Sin embargo, no creo en un sistema corrupto que nos engaña, nos somete, y nos hacen creen que sin ellos no podemos vivir. Sólo les interesan nuestro trabajo y dinero, tan sólo somos números en los censos. Y no me avergüenza decir todo ésto, ni tampoco tengo miedo a contar estas cosas. El sistema nos tiene sometidos diciéndonos que somos libres para elegir y todo es una mentira. Incluso, las industrias farmacéuticas se mueven por dinero, y doy fe de ello, estuve a punto de entrar a trabajar como representante de medicinas… y no os cuento más.

Mi hija recayó, pero al mes exacto en el mes de abril, mi hija se puso en pie de nuevo, sin dolor, tan sólo el de la atrofía, y en mayo del 2016 está prácticamente curada. Hace unas semanas fuimos a nuestro querido doctor Carreras, donde nos confirmó que le quedaba un poco de Sudeck en el pie, y qué podría activarse con un mal esguince. Por eso, pido a Dios y mis creencias que no recaíga. 

Hoy día 13 de Junio, mi hija ya no tiene cambio de color, ni un poquito tan siquiera como hace escasas semanas, anda con normalidad, aunque descansa mucho porque no queremos que fuerce más de lo necesario, su pie se encuentra en perfectas condiciones, y la atrofía en la rodilla se fue definitivamente. 

Además, como regalo le ha dejado una flexibilidad que antes no tenía en esa pierna, e incluso en la que nunca ha estado afectada no puede hacer lo ejercicios aeróbicos que realiza con la que estuvo malita. Yo a veces pienso, que pudiera ser el efecto de la radioactividad que le administran a la hora de hacer la Gammagrafía Ósea, y aunque os parezca a risa ésto, es que no os podéis imaginar la movilidad de esa pierna a nivel de cadera. 

Ya sólo le queda un poquito de cojear en algunos momentos, sobre todo cuando se siente más cansada a la hora de andar. Supongo que ésto se solucionará en el momento que consiga ganar la masa muscular que ha perdido, que fue mucha por cierto.

Por fín, se acabó todo… el milagro se ha dado… y si todo va bien, el día 3 de noviembre del 2016, que fue cuando mi hija tuvo la desgraciada caída en gimnasia rítmica, entrándole el Sudeck, se repetirá la Gammagrafía Ósea y si todo va bien… se investigará por parte de nuestro doctor Carreras la medicación y las terapias alternativas que ha realizado mi hija Scarlett. Un beso a todos en la distancia… y os deseamos mucha salud en vuestra vida.

Y desde aquí doy las gracias a Dios Supremo, a los Seres de Luz que nos han acompañado, a mi Diosa Isis protectora de mi hija, y mis otras Diosas. ¡Námaste! Bendiciones

El Diario de una Wicca

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Foto Por Cortesía: Lidia M.Y.

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