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TRATAMIENTOS DE BELLEZA EN ÉPOCA DE CRISIS |
Existen muchos centros de estéticas homologados y con grandes profesionales que realizan maravillosos trabajos en el cutis. Después de una sesión de belleza el cutis está más claro, fino y suave. ¡Que alegría, se está guapísima! Las mujeres muy animadas piensan que merece la pena haberse gastado 150 euros en un ratito de sesión para una belleza, que si no se mantiene en el tiempo no es duradera y efectiva.
Además, otro dato que desconocen muchas mujeres es que está científicamente comprobado que el abuso de gran variedad de productos cosméticos en la piel aplicados durante una largo tiempo puede provocar el resultado deseado e incluso molestas intolerancias y reacciones adversas. Esto ocurre porque la piel queda extremadamente intoxicada, los poros se obstruyen, y ya es imposible que penetre más productos químicos a través de los poros de la piel. Irremediablemente, el cutis quedará nuevamente apagado y sin vida.
LA VISITA A UN CENTRO DE ESTÉTICA EN TIEMPO DE CRISIS ECONÓMICA
Se piensa que visitando un centro de estética se tiene la solución ideal. La sorpresa llega cuando se lleva un mes asistiendo y sí, realmente la piel luce más bonita, hidratada y brillante al igual que el bolsillo, que queda un poco más resentido por el precio de cada tratamiento cosmético en época de crisis.
NUEVAS SOLUCIONES DE BELLEZA EN ÉPOCAS DE CRISIS
Aunque, no importa realmente porque en breve aparece una nueva solución para devolver la belleza y la vitalidad perdida en la piel. Realiza su gran aparición y llega a manos de la utilización indiscriminada de todos los potingues que se puedan adquirir en las estanterías de los supermercados y tiendas especializadas en perfumería y cosméticos.
Una cremita que cuesta 50 euros, otra hidratante por valor de 15 euros, el tónico de 12 euros que no puede faltar, la pincel que elimina las ojeras en media hora unos 18 euros, más los algodones para desmaquillar con una estimación de 5 euros. En total, 100 euros menos en el bolsillo y un posible disgusto al marido o al novio si es que se tiene.
A fin de mes viene la gran sorpresa final: 100 euros menos para comer y pagar la hipoteca. Además, lo único que se ha conseguido es asfixiar de forma alarmante a la piel, con tanto tratamiento químico adquirido en comercios de gran reconocimiento social, en el mercado. Magníficos productos cosméticos, que incluso se suelen vender como cremas naturales.
